Monumento-museo que recuerda la acción de descarrilamiento del 29 de diciembre de 1958 por parte de la tropa rebelde del Che a un convoy ferroviario del Ejército de Batista. La concepción artística del monumento es de José Delarra, quien trató de representar a través de cinco elementos escultóricos las distintas acciones del pelotón rebelde. Lo integran además cuatro vagones originales con fotos, planos, croquis de las posiciones guerrilleras y un viejo buldózer; de trascendente importancia en la gesta libertadora.